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Demandas de Partido en función de la posición

A la hora de enfocar el diseño de nuestros entrenamientos, el partido se postula como “gold standard” al que debemos aproximarnos y como herramienta de evaluación del trabajo realizado. Durante nuestras sesiones entrenamos los contenidos técnico-tácticos para mejorar al jugador individualmente y al colectivo, y que así mejore su rendimiento en el partido. De la misma forma, estas sesiones de entrenamiento deben ir enfocadas a adaptar condicionalmente al jugador para soportar los esfuerzos que se van a dar durante el partido.

Pero para poder diseñar entrenamientos en los que podamos generar adaptaciones condicionales en nuestros futbolistas, debemos conocer qué es lo que ocurre en los partidos. En este sentido, tenemos la ventaja de que la ciencia nos aporta datos objetivos de cuáles son los esfuerzos que llevan a cabo los jugadores en los partidos.

Estos esfuerzos, debido a la complejidad del fútbol, están influenciados por multitud de factores. Algunos de los más estudiados son los aspectos relacionados con el contexto en el que se disputa el partido: el resultado, el jugar como local o visitante, la situación clasificatoria del equipo, la situación clasificatoria del rival, etc. Sin embargo, en los últimos años, en consonancia con la aparición y consolidación de nuevos paradigmas de entrenamiento como el Microciclo Integrado y la Periodización Táctica, ha ido ganando evidencia el análisis de cómo los aspectos relacionados con la dimensión táctica del fútbol pueden afectar a estas demandas.

«El fútbol debe tener como núcleo director la dimensión táctica, porque es en ella y a través de ella que se expresan los comportamientos que ocurren durante el partido»

Garganta, citado por Guindos (2015).

Hoy, específicamente, nos vamos a centrar en cómo la posición en la que el jugador dispute el partido afecta a sus demandas condicionales. En concreto, vamos a analizar un artículo publicado en 2014 en la revista The Journal of Sports Medicine and Physical Fitness 1. En este artículo, se analizaron las demandas condicionales de un equipo de la élite deportiva usando dispositivos GPS.

Como datos relevantes para contextualizar los datos obtenidos, se trata de un equipo que disputaba sus partidos con una formación 1-4-4-1-1, utilizando un mediapunta o segundo punta. Los partidos analizados se corresponden a la liga, copa y supercopa nacional, aunque el equipo también disputó partidos de Champions League y Europa League durante la temporada. Se tuvieron en cuenta los datos relativos a la primera parte, para evitar la influencia de los cambios.

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Las variables que vamos a analizar son las siguientes: distancia recorrida andando, distancia recorrida a baja velocidad, distancia recorrida a velocidad media, distancia recorrida a alta velocidad, distancia a sprint, ratio de trabajo:descanso, velocidad máxima alcanzada y secuencias de sprints repetidos.

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A raíz de los datos obtenidos en este estudio, podemos observar que los esfuerzos que llevan a cabo los jugadores en partidos son muy diferentes en función de la posición en la jueguen en el campo. En concreto:

  • Los centrales son los jugadores con menor distancia total recorrida y con menor ratio de trabajo:descanso.
  • Los laterales están en la media en cuanto a distancia total recorrida, siendo los segundos que mayor velocidad máxima están demandados a alcanzar por partido.
  • Los mediocentros son los terceros con mayor distancia total recorrida y los segundos con mayor ratio de trabajo:descanso, aunque su distancia a alta velocidad es baja.
  • Los extremos son los segundos con mayor distancia total recorrida y los que más distancia a alta velocidad demandan. De la misma forma, son los que necesitan mayor velocidad máxima alcanzada y mayor situaciones de repetición de sprints.
  • Los mediapuntas son los que mayor distancia total recorren y los que se enfrentan a una mayor ratio de trabajo:descanso. En el resto de variables se encuentran en la media.
  • Los delanteros están en la media en cuanto a distancia total recorrida, aunque tienen valores altos de distancia a alta velocidad. Su ratio trabajo:descanso es baja, pero se ven muy demandados en situaciones de sprint repetidas.

Aplicación práctica

Aunque pueda parecer algo trivial y superficial, el hecho de que nuestros jugadores lleven a cabo en partido diferentes esfuerzos en función de la posición en la que jueguen es especialmente relevante para diseñar nuestros programas de entrenamiento.

El ojo del entrenador es capaz de ver, sin necesidad de datos objetivos, que las características condicionales necesarias para jugar en cada posición son diferentes. No obstante, el hecho de disponer de datos objetivos nos puede dar un nivel más en cuanto al diseño de nuestros entrenamientos. Aunque no dispongamos de dispositivos GPS, podemos usar lo que nos dice la ciencia como referencia para diseñar nuestros entrenamientos.

Una vez que sabemos que, por poner un ejemplo, un lateral no necesita el mismo entrenamiento que un mediocentro, podemos empezar a planificar cómo podemos entrenar para que los jugadores se adapten realmente a los esfuerzos la posición que van a desempeñar durante el partido.

Para ello, es necesario que nuestro microciclo de entrenamiento incluya un número suficiente de tareas en las que se den situaciones globales. Tareas con polaridad, con posiciones definidas y con espacios amplios se postulan como esenciales para conseguir este aspecto, siendo el uso de partidos condicionados una de las principales estrategias para asegurar un mínimo estímulo específico a la posición del jugador.

De la misma forma, también podemos disponer como herramienta de tareas más reducidas, simples o analíticas en las que el jugador realice esfuerzos específicos de su posición. Ruedas de pase en las que el jugador ejecute situaciones similares a las que se pueden dar en su posición, tareas de finalización con posicionamiento específico, etc.

Cabe destacar que los datos que analizamos en este estudio se dan en un contexto concreto, para un sistema de juego concreto (1-4-4-1-1) y para un modelo de juego que desconocemos, por lo que solo nos sirve como orientación dada la complejidad del fútbol. ¿Crees que estas demandas serán diferentes en otro contexto y en otro modelo de juego? Lo veremos en próximos análisis.

Puntos clave

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  • De la misma forma que entrenamos los contenidos técnico-tácticos para mejorar el rendimiento en partido, nuestras sesiones deben ir enfocadas a adaptar condicionalmente al jugador para soportar los esfuerzos que se van a dar durante el partido.
  • Estos esfuerzos, debido a la complejidad del fútbol, están influidos por multitud de factores. En los últimos años, ha ido ganando evidencia el análisis de cómo la dimensión táctica del fútbol puede afectar a estas demandas.
  • Los esfuerzos que llevan a cabo los jugadores en partidos son muy diferentes en función de la posición en la jueguen en el campo.
  • Es necesario que nuestro microciclo de entrenamiento incluya un número suficiente de tareas en las que se den situaciones globales. Tareas con polaridad, con posiciones definidas y con espacios amplios se postulan como esenciales. El partido condicionado es una de las principales estrategias.
  • De la misma forma, también podemos disponer como herramienta de tareas más reducidas, simples o analíticas en las que el jugador realice esfuerzos específicos de su posición. Ruedas de pase, tareas de finalización, etc.

Referencia

  1. Suarez-Arrones L, Torreño N, Requena B, et al. Match-play activity profile in professional soccer players during official games and the relationship between external and internal load. The Journal of Sports Medicine and Physical Fitness. 2015 Dec;55(12):1417-1422.